Las tres estudiantes extranjeras del MPE 2017
Violeta Soria (28) trabajó tres años como periodista en el diario “Los Tiempos” antes de llegar al MPE. Ella viene de Cochabamba, del corazón geográfico de Bolivia, y estudió Comunicación Social en la Universidad Mayor de San Simón. “Siempre soñé con una beca y estudiar en el exterior. Por ello me la pasaba revisando varias opciones universitarias en América Latina y Europa. Así encontré a la Universidad Católica, en mi opinión lo más cercana a educación de calidad por los rankings que revisé. Era simple: estaba cerca –a solo 2.000 kilómetros de mi hogar– era buena y de paso, tenía un magíster en Periodismo, con uno de los periódicos más importante de Chile, El Mercurio”, dice Violeta sobre su decisión de venir a estudiar a Chile.

–Los desafíos más grandes han sido, sin lugar a dudas, comprender la cultura y entender el “lenguaje chileno”. Hablan tan rápido y cortan tantas palabras que al principio me volví loca. Pero encontré la técnica: solo es cuestión de escuchar radio, procesar bien la información y traducir. Te lo confieso, tengo un diccionario en línea para entender los modismos. No es broma. Pero el programa (MPE) es muy amigable con los extranjeros. Todo el equipo humano que está por detrás es increíble –dice la periodista boliviana de 28 años.
Hasta entonces Violeta dice que no podría decir todas las cosas que ha aprendido porque estaría hablando todo el día y que su experiencia en Chile ha sido mucha más que una lección académica, una lección de vida. Pero aún así destaca que, “en el plano periodístico he aprendido que un periodista solo es un buen contador de historias. Aprendí que lo más importante no es contar sucesos, sino historias. Eso, gracias al taller de Leila Guerriero. Este taller de dos semanas con la escritora argentina, es hasta hora, el que más me ha impactado”.
Por otra parte Eliana Alvarado (26) vino de varios kilómetros más hacia el norte para llegar a Chile. Ella es de la ciudad de Hermosilla, Sonora, ubicada al noroeste de México, donde estudió Ciencias de la Comunicación. Antes de partir a Chile trabajó tres años como reportera del área de reportajes en un periódico de Sonora llamado “El Imparcial”.
–Tuve la oportunidad de conocer Chile hace cinco años, cuando todavía era estudiante, y al volver de ese viaje me interesó buscar las opciones de maestría de este país. La primera universidad que investigué fue la Universidad Católica, ahí vi el MPE y de inmediato sentí que era el que llenaba mis expectativas. Me llamaron la atención dos aspectos: el taller con la cronista Leila Guerriero, cuyo trabajo había conocido en mis clases de periodismo en la licenciatura, y la vinculación de la UC con “El Mercurio”. En México no existen programas con esta estructura ni que estén cien por ciento enfocados al periodismo y, aunque más adelante también encontré alternativas similares en otros países, siempre tuve como primera opción el MPE –dice.

Eliana también sintió el choque cultural al llegar a Chile y, al igual que Violeta, tuvo que lidiar con el lenguaje y, por sobretodo, con entender el contexto nacional, más aún en año electoral. Pero dice que los controles de actualidad o el taller de diario del primer semestre la ayudaron a captar todo más rápido.
Sobre las cosas que más destaca de lo que ha aprendido, la periodista mexicana dice, “esa mirada más amplia, junto con todos los conocimientos y herramientas adquiridos durante los últimos meses, por ejemplo en investigación y en periodismo narrativo, es lo que espero llevar de vuelta a mi país cuando sea el momento de volver. También destaco la inmersión en la cultura chilena, ya que si bien había visitado el país, no es lo mismo conocerlo como turista que vivir en él durante un año. Por lo general creo que los chilenos son personas amables con los extranjeros, pero a veces son algo reservados o fríos, a diferencia de México, donde la gente es más cálida”.
Por último está Ana Isabel Barrios (26) guatemalteca de la Ciudad de Guatemala, quien antes de llegar a Santiago se encontraba trabajando en una revista de arquitectura y diseño llamada “Planos y Estilos”. Al igual que sus compañeras estudió una licenciatura en Periodismo en su país.
–En el 2014 vine a Chile como parte de una visita organizada por ProChile y desde entonces pensé que era una buena idea regresar ya sea a estudiar o trabajar acá. El Magíster de Prensa Escrita me pareció muy completo con todos los talleres que ofrecía. Además, tenía la intención de reforzar mi práctica en el área de diario, ya que solamente he trabajado en revistas. Tanto la UC como “El Mercurio” son dos instituciones reconocidas y con trayectoria, por lo tanto a nivel latinoamericano es una gran oportunidad cursar y obtener un título de este Magíster –dice Ana Isabel.

Al igual que sus compañeras ella explica que el desafío más grande es lograr entrar en contexto, además de que los chilenos “hablan demasiado rápido, con modismos y ciertas palabras que jamás había escuchado”. Pero explica que, con dedicación e interés, ha logrado agarrar el ritmo a la contingencia nacional, “y cuando no entiendes algo, lo mejor es apegarte a tus compañeros y discutir los temas”.
–El programa se adapta bien para los extranjeros, pero mejorarlo no estaría de más. En lo personal, propondría un curso introductorio, de todo, desde historia, política, hasta la jerga que utilizan acá. Por lo demás creo que está muy bien diseñado, ya que conlleva mucha práctica y eso es lo que en realidad forma a un periodista –dice.
La periodista guatemalteca cree, sin lugar a dudas, que ha mejorado la forma de ejercer el oficio y que ha podido observar y aprender de cerca lo que es la cultura chilena en todos sus ámbitos. Además se siente agradecida de “hacer buenas amistades y conocer a buenos profesionales que, con su ejemplo y trayectoria, te demuestran que nada es imposible y te inspiran a continuar adelante a pesar de que en el periodismo cada día es diferente”.