Presidente nacional de Bomberos de Chile, Raúl Bustos: “Vamos a ayudar a salvar la vida de alguien que está saqueando y la de un policía”

por Leonardo Riquelme

Tras el impasse con carabineros en un cuartel, el directivo advierte que ellos tienen el imperativo de socorrer sin distinciones, aunque reconoce que las tres semanas de estallido social tiene estresado al equipo.

Bomberos lleva 23 días en la palestra. Al cansancio que le ha provocado a su personal acudir a las miles de emergencias activadas con el estallido social en todo el país, en Talca esta semana sumaron un enfrentamiento con Carabineros. Este derivó en la detención de un vicesuperintendente, la lesión de dos voluntarios y una manifestación pacífica de su personal. En ella caminaron por la ciudad en repudio al actuar policial, pero lo hicieron sin uniforme ni con sus cascos formales. Usaron unos de juguetes.

“Bomberos no encuentra correcto que se manifiesten en manifestaciones públicas con su uniforme, con su tenida”, explica el presidente nacional de la institución, Raúl Bustos (56).

El timonel de la institución, egresado de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Católica, tiene un largo historial en Bomberos. Ingresó en 1990 a la 1° Compañía de Linares y desde 1994, cuando asumió como secretario de su compañía, ha ocupado distintos cargos, entre ellos el de secretario general de la institución (1995, 1996 y 1998) y el de Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Linares entre los años 2002 y 2012. En 2018, en tanto, asumió la testera de Bomberos.

“La reclamación de la vulneración de un derecho tiene que ser institucional, por los canales institucionales. En estas circunstancias, de crisis social, de cuestionamiento a la política, nosotros estamos para una misión: salvar vidas y bienes”, agrega.

Incendio en edificio Caja Los Andes ubicado en el centro de Concepción
Foto: Lukas Jara/Aton Chile

El origen del conflicto fue la negativa de un vicesuperintendente de facilitar el ingreso de carabineros para sacar de la Primera Compañía a unos manifestantes que huían afectados por los gases lacrimógenos. Y aunque Bustos reprocha la protesta posterior de los voluntarios, recuerda que la defensa de quienes necesiten del socorro bomberil es sin discriminaciones.

“Bomberos es la comunidad ayudando a la comunidad. Está integrado por personas de distintas profesiones, oficios, trabajos, credos, ideologías (…) En su vida personal es un ciudadano, que se puede manifestar, pero en cuanto está con la cotona, con el casco, con la comunidad, no puede haber distinción posible: vamos a ayudar incluso a salvar la vida de una persona que está saqueando un supermercado, a cualquier actor de estas manifestaciones, sean policías, manifestantes, sean incluso personas que están violentando el orden”, plantea.

“Si hay un carabinero en peligro, si hay un manifestante en peligro que necesita ser auxiliado, no vamos a tener ningún problema en cumplir nuestro servicio, que es un mandato que hemos tenido por 168 años, que es salvar vidas y bienes, independiente de cualquier distinción política, religiosa. Eso es un pilar fundamental”, reitera.

—Situaciones así, ¿no presionan más la labor bomberil?

«Absolutamente, tenemos las mejores relaciones con Carabineros. Esto nos ha afectado y esperamos tenga pronta solución».

El estrés

Bustos afirma que las últimas tres semanas han sido muy demandantes para el personal. “Imagínese, 5 mil bomberos trabajando en una emergencia constante, que también nos tiene muy preocupados”, afirma.

—¿Cuál es el nivel de estrés que han identificado?

«Es tanto por el servicio profesional no remunerado voluntario que estamos dando (…) como por la situación que viven ellos internamente con sus propias familias. (…) Hemos estado en estado permanente de emergencias ¡Es algo nunca visto en Chile! Sólo el 20 de octubre en la Región Metropolitana tuvimos más de 300 incendios simultáneos. Eso nunca se había visto».

—¿Ha sido peor que en 2010?

«Por el terremoto y tsunami se provocaron incendios, también estado de Excepción por vandalismo, pero no se compara con lo que está pasando hoy en día. Mil 800 llamados en la RM, actuando 24 Cuerpos de Bomberos, más de 6 mil voluntarios sin descanso ¡esto tiene un costo en el estrés! Este es un servicio voluntario, pero lo único voluntario que tiene es ingresar. Después todo es cumplir con el servicio».

—¿En qué se expresa ese estrés?

«Los incendios provocados intencionalmente, con desorden, con vandalismo, con personas que lo están generando, lógicamente no son una situación normal para los bomberos. Tampoco el estado de Excepción, los toques de queda (…) Ellos acumulan este estrés y nosotros también debemos atenderlo».

Gente usando bicicletas para trasladarse hasta las manifestaciones – Foto: HECTOR YÁÑEZ/EL MERCURIO

—¿Cómo pretenden atenderlo?

«Tenemos que generar a través de la Academia Nacional una capacitación en cuanto a enfrentar este tipo de emergencias de la manera más profesional posible, eso con un apoyo psicológico fuerte».

—Han tenido ocho voluntarios heridos. Al compararla con otras instituciones que trabajan en la emergencia es una cifra menor. ¿A qué lo atribuyen?

«Esos ocho tuvieron lesiones menos graves, fueron internados de urgencia y se produjeron en los primeros tres días de la emergencia. Tuvimos también apedreamiento de carros —14 unidades—, que en realidad son pocos para toda las unidades que están trabajando. Cuando lo detectamos iniciamos de inmediato una campaña llamada “No más agresiones a Bomberos”. Hoy la comunidad ha asumido esto casi como un estandarte y ha protegido a sus bomberos, nos abren paso, nos despejan barricadas, la misma gente que se está manifestando les abre camino para que puedan acceder a los lugares que se están incendiando».

El dinero se va

—¿El estrés también es financiero para la institución?

«Sí, lo tenemos que conversar con el Gobierno, pero como decimos los bomberos: primero apaguemos el incendio y después nos preocupamos de estos temas. Obviamente el presupuesto fiscal asociado se ha tornado insuficiente y superado, pero necesitamos terminar con esta obligación permanente. Hay una discusión presupuestaria con Hacienda (…) Se tiene que aumentar sobre todo por lo que hemos pasado pero también como una política de Estado. En la parte operacional para los 313 cuerpos es insuficiente».

—¿A cuánto asciende el presupuesto anual operacional?

«Es entre 22 mil a 23 mil millones de pesos (…) pero para operar necesitamos cerca de 120 mil millones. No estoy diciendo que se inyecte esa cantidad inmediatamente, pero sí que tengamos una escala para cubrir esa brecha».

—¿Y ya se gastaron esos 22 mil millones de pesos?

«No, eso lo entrega el fisco en cuotas semestrales. Lo que se ha gastado es todo lo que había en reserva para esta emergencia. Tenemos acuerdos con el Gobierno, sobre todo a través de la Onemi, en cuanto a la reposición de combustible y alimentación, pero eso era mientras durara el estado de Emergencia».