En una reunión que se extendió por casi 15 horas, los bloques —a excepción del Partido Comunista— acordaron realizar un plebiscito en abril de 2020 para definir si se quiere cambiar la Carta Magna, y cómo se creará: mediante una convención ciudadana 100% electa, o una mixta entre congresistas y ciudadanos.
Fue una jornada maratónica en el ex Congreso de Santiago. Luego de numerosas reuniones entre dirigentes y parlamentarios del oficialismo y la oposición —a excepción del Partido Comunista, quienes acusaron no haber sido invitados—, que se extendieron desde el mediodía hasta las 2:30 de la madrugada, es por casi 15 horas, finalmente hubo un acuerdo sobre el camino que se tomará para una nueva Constitución: se realizará un plebiscito —con voto voluntario— en abril de 2020 y se realizarán dos preguntas.
La primera consultará si quiere una nueva constitución o no, y la segunda sobre el mecanismo que se redactará la Carta Magna. Allí aparecerán dos opciones: una Convención Mixta Constitucional —que incluye un 50% de parlamentarios y y un 50% de ciudadanos— y una Convención Constitucional, que estará conformada completamente por ciudadanos electos. Además, el órgano constituyente requerirá el apoyo de 2/3 de sus miembros para aprobar las normas de la Constitución, siendo uno de los temas que más dilató el debate.
Independiente de cuál alternativa sobre la convención se imponga en los comicios, los miembros del órgano constituyente se elegirán mediante sufragio en las elecciones municipales de octubre de 2020, y desde ese momento tendrán nueve meses para redactar la nueva Constitución. Este plazo solamente es prorrogable una vez por un plazo de tres meses.
El proceso concluye con un plebiscito ratificatorio —que esta vez será sometido a voto obligatorio— que tendrá que aprobar o no el documento final.