Mejoras al CAE, sala cuna y derecho a la educación superior, algunas de las demandas en materia de educación

por Jorge Marchant

Especialistas proponen estas ideas de la enseñanza para ser incluidas en un nuevo proyecto constitucional.

Clara González y Jorge Marchant

La educación es uno de los temas que entrará en discusión respecto a una posible nueva Constitución para Chile. Y no es un debate de hoy, sino que lleva años sobre la mesa. Son diversas las demandas que se suman para reformular este derecho consagrado también por la carta fundamental de 1980.

En este sentido, que aparezca en una posible nueva carta fundamental la adhesión a la convención de los derechos del niño forma parte de la agenda de la Educación 2020. “Que permita garantizarlos promoverlos y protegerlos. Eso implicaría también mover otras legislaciones como derivada”, dijo Loreto Jara, investigadora de Política Educativa en dicha ONG.

Además, Jara agregó que debe incorporarse el derecho a aprender. “Hasta el momento, lo que se garantiza es el acceso a la enseñanza. Tener el derecho a una silla en una sala no significa que tengas el derecho a aprender. También garantizar la libertad que tengan los padres o las familias en elegir el proyecto educativo que quieran para sus hijos” toma importancia. “Con el escenario de cambios y una creciente automatización, estamos pensando en que el derecho a la educación se garantice hasta la educación superior, algo que se condice también con los avances en la gratuidad”, comentó Loreto Jara como un proyecto más ambicioso, tomando como referencia países más desarrollados.

La iniciativa de sala cuna universal también genera rechazo, pero comprenden la necesidad de reformar el sistema de la educación más primaria. Para Carolina Espinoza, encargada del comité de género de la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam), la idea del gobierno responde a “una lógica mercantil y economicista”, pues “es un beneficio que está desligando al empleador de ser el encargado proveer la sala cuna, para mediante un fondo proveniente de las imposiciones de los trabajadores, generar un voucher que va ser entregado a una nueva entidad que lo va a administrar. La misma subvención que se plantea en el proyecto de cargo del Estado para aportar a este fondo debiera ser utilizado para ampliar la cobertura del beneficio”.

Loreto Jara admitió que es importante “una oferta de calidad para la primera infancia, por la importancia que tiene el desarrollo entre los cero y cuatro años. Un proyecto que asegure un verdadero acceso a sala cuna universal. La disponibilidad de oferta es muy baja, sería interesante ampliar la oferta pública. Hoy las mejores salas cuna son Junji e Integra, pero esa calidad debería asegurarse para todos los sectores socioeconómicos. Hoy se financian salas cuna que no se tiene claridad de su calidad”. Por último, Espinoza, agregó que “empezar a entender que la estimulación temprana y el cuidado nuestros hijos e hijas es una cuestión estratégica, que sería incluso un apoyo sustantivo al crecimiento económico, a emparejar la cancha, a dotar de habilidades y oportunidades a la toda la población”.

La construcción de una nueva concepción de educación propone Víctor Orellana, sociólogo especialista en educación, de la Fundación Nodo XXI. “La frontera entre educación y sociedad hay que repensarla. El debate es muy grande, pero tiene que salir de esta idea que la educación es un bien de mercado, de un sistema de financiamiento como competencia y pasar a ser un servicio”.

A corto plazo propone reformas que según él, son sencillas: “Condonar el CAE y pasar a un sistema donde se financie directo a las instituciones es algo que se puede hacer relativamente rápido”. Otro efecto del mercado “ha sido la sobreestandarización y la cuantificación extrema de la educación dada la necesidad que se transforme en una forma precio. Por ejemplo el SIMCE, la labor docente, los portafolios, que de evaluación académica tienen poco. Terminar con estas pruebas que poco bien le hacen a la educación”, agregó Orellana.

Por último, Valentina Miranda, Presidenta de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, se mostró molesta por haber dejado fuera a los secundarios de un acuerdo político “cuando fuimos uno de los principales impulsores de este movimiento social”. Respecto a las demandas reconoce que llevan mucho tiempo sobre la mesa: “Exigimos pase escolar gratuito, el financiamiento basal a los establecimientos que puedan asegurar mejores infraestructuras, fin al ‘voucher’, educación feminista y no sexista, que todos los colegios vuelvan al Estado. Además que la educación sea un derecho completamente garantizado por el Estado”.