La Sensibilidad Química Múltiple: Un síndrome sin tratamiento en Chile

por Natalia Quezada

Actualmente, nos encontramos expuestos a una gran variedad de sustancias químicas en el ambiente que nos rodea. Para algunas personas, la exposición a bajas dosis de estas concentraciones resulta perjudicial en su salud e interfiere en su calidad de vida.

De esto trata la Sensibilidad Química Múltiple (SQM), un síndrome crónico de origen desconocido. Quien lo padece experimenta diversos síntomas al entrar en contacto con sustancias químicas, incluso presentadas en concentraciones menores de las que se consideran capaces de causar efectos adversos en la población general.

De manera habitual, este síndrome se manifiesta cuando el paciente inhala un llamado “desencadenante” o químico presente en el medio ambiente, generalmente del tipo biocida (insecticidas de origen sintético o natural) a bajas dosis, lo cual desencadena una primera reacción: cefaleas, náuseas y vómitos. Luego, el paciente puede continuar con rechazos a nuevos tipos de agentes, llamados “desencadenantes secundarios”, los cuales corresponden generalmente a los limpiadores de uso doméstico, perfumes, desodorantes, barnices y humo del tabaco, lo que se traduce en efectos secundarios mayores.

Según Lorena Munro, quien padece SQM, sus síntomas se expresaron de forma paulatina:


“Me encantan los perfumes, pero comencé a notar que cada vez que me aplicaba uno, a los minutos comenzaba con una jaqueca terrible, además de vómitos. Lo encontraba raro, pero no le presté mayor atención. Luego siguió el detergente, el jabón y el humo del cigarro”. “Incluso hubo momentos en que me tenía que ir a la cama”, agrega.

Lorena Munro, padece SQM.

Efectivamente, los síntomas suelen ser diversos. Los más comunes son: fatiga general, cefaleas, náuseas, dolor abdominal, vómitos, molestias oculares, palpitaciones, mareos e incluso desmayos. La sintomatología, se vuelve a manifestar al exponer nuevamente al paciente a la misma sustancia química y, por el contrario, disminuye al evitar el contacto con las mismas.

Sin embargo, el mecanismo que opera en el organismo de las personas que padecen la SQM, no queda muy claro. Para responder esta interrogante, la doctora Laura Borgel, médico toxicólogo y directora de la Red de Información Toxicológica y Alerta de Chile (Rita- Chile) señala: “El paciente al estar expuesto a una sustancia química mínima genera una respuesta multisistémica, que puede ser causada por variados motivos, ya sea genéticos o metabólicos.”

«Al ingresar la sustancia por el nervio olfativo, deriva en el sistema límbico cerebral, una zona receptora, que posee mayor sensibilidad en estos pacientes» , agrega.

Laura Borgel. Directora de Rita – Chile.

El desconocimiento

En nuestro país, no existe información de la SQM. Al consultar al Ministerio de Salud, -a través de su línea 6003607777, la SQM no es reconocida como enfermedad, ni tampoco existe con otra sigla o nomenclatura. Según la doctora Borgel, quien ha estudiado el tema, la SQM es conocida como “El efecto cóctkail”,  lo cual alude a un cierto estímulo del ser humano al que no se le presta atención.

 Borgel también apunta a que la escasa difusión de la enfermedad se debe principalmente a dos motivos: El primero es que la SQM es de difícil diagnóstico. El paciente que la sufre, no logra visualizar como anormal lo que le sucede por lo que difícilmente concurre a un centro de salud.

En segunda instancia, cuando el paciente decide consultar a un especialista, no existe suficiente claridad acerca de qué tipo de medicina es la adecuada para atender estos casos. En estas instancias, se suele recurrir a distintas especialidades, que generalmente acaban sin un diagnóstico certero.

Por último, la especialista  recalca que la SQM en Chile no ha sido abordada de la manera correcta, ya que los síntomas suelen confundirse con efectos de tipo neurológicos. La clave es estar alerta a la frecuencia de los síntomas y como estos se manifiestan, dice.

   La experta,  además alude a que existe cierta negación por parte de las autoridades ya que el Ministerio de Salud no ha incluido estos tópicos dentro de los temas de toxicidad, por lo que no existe tratamiento definido.