Por la poca representación que tienen los pueblos indígenas en la Constitución, esta reformulación de la carta fundamental es una oportunidad para adquirir reconocimiento político, proponen sectores indígenas.
Ante el plebiscito que definirá el futuro de la Constitución, se abrieron distintos espacios de discusión. Uno de ellos, desde las comunidades indígenas, quienes además de exigir representación en la redacción de la Carta Magna, levantan demandas como derechos sobre la tierra y reconocimiento del Estado plurinacional.
Sobre este último punto, el abogado y cientista político Tomás Jordán afirma que hay varias reformas que se verían condicionadas dependiendo a la definición de Chile como Estado multicultural o plurinacional. «Abarca varias cosas que hay que ver cómo se van a abordar: el reconocimiento, los derechos colectivos de los pueblos, sus derechos culturales, los derechos lingüísticos, etc. Si Chile es o no un estado plurinacional, si van a haber territorios indígenas en donde puedan realizar su propio modelo de desarrollo económico y social”, plantea Jordán.
Desde la Asociación de Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) entienden que el cuidado y la desprivatización del suelo productivo es clave para el desarrollo de sus pueblos, “recuperar la tierra para que esta cumpla con su función social de producir los alimentos para el pueblo, garantizando así la soberanía alimentaria y por ende el derecho a la alimentación”.
Si bien para muchos sectores del pueblo indígena una nueva Constitución parece una alternativa viable, hay posturas más radicales que no creen en las negociaciones parlamentarias. El werkén (vocero) del Consejo de Todas Las Tierras Aucán Huilcamán plantea que “el acuerdo que han convenido representa una especie de salvavidas de la clase política chilena, y sus contenidos y procedimientos no garantizan en absoluto la participación ciudadana ni la participación del pueblo mapuche en un proceso constituyente para una nueva Constitución”.
A partir de esto, desde el Consejo proponen una organización paralela, “los mapuche iniciaremos un propio proceso constituyente, teniendo en cuenta que somos titulares del derecho a la libre determinación. Cuyo derecho está establecido en dos normas del derecho internacional del cual el Estado de Chile es parte. Por lo mismo, el Proceso Constituyente Mapuche no se supeditará al Proceso Constituyente de nuestros vecinos chilenos”.
Historial frustrado
“Chile es el único país en el mundo que tiene pueblos indígenas y que no está consagrado el reconocimiento de los pueblos”, apunta el abogado Tomás Jordán .
Esto, debido a que existe anteriormente han existido intentos frustrados. El 2018, el senador Francisco Huenchumilla (DC) —exintendente de La Araucanía— presentó un proyecto de ley que recogía justamente esta demanda: “Reforma constitucional para el reconocimiento de la plurinacionalidad y de los derechos de los pueblos indígenas”, el que finalmente no llegó a buen puerto.
Matías Meza-Lopehandía, abogado de Derechos Humanos quien redactó el informe de las demandas mapuche en una asesoría técnica parlamentaria, indicó a “El Cóndor” que estas se enfocan en cinco puntos. Entre ellos, destacan las exigencias de autonomía territorial y autodeterminación indígena, además de demandas territoriales como derecho a la tierra, y también la representación indígena como derecho a la participación política. Además, también demandan libertad a los dirigentes encarcelados vinculados a violencia rural y la educación intercultural como un derecho garantizado.
Estas solicitudes, al igual que las del senador Huenchumilla, ya han sido rechazadas siete veces en el parlamento. Por esto, Meza esclarece que, hasta ahora, “la vía constitucional no era opción viable y por eso materializaban las demandas a través de los Derechos Humanos para poder apelar al derecho internacional”.