El cambio de Constitución se toma la agenda: buscan fórmulas distintas a la asamblea constituyente

por Jorge Marchant

El modelo brasileño, que ya ha inspirado a más de 15 procesos constitucionales, será uno de los estudiados por los senadores para aplicarlo al caso chileno. El debate se ha extendido también sobre si convocar a una asamblea es la solución.

El Senado, en una reunión con académicos, abogados constitucionalistas y representantes de la sociedad civil, buscó abordar las distintas alternativas en torno a un cambio constitucional. El debate continuó con los alrededores del ex Congreso abarrotados por las protestas de las educadoras de párvulos.

“Esta idea es la propuesta que se ha instalado con la ida del plebiscito: ¿Usted prefiere que lo haga la institucionalidad existente o una asamblea constituyente? En las asambleas constituyentes que se han instalado en países vecinos y latinoamericanos han ido por el camino del autoritarismo, el camino de la restricción de las libertades. Pero el problema no es la asamblea constituyente, sino quién la va a constituir. No esperemos que la clase política chilena tenga una especie de calidad moral impecable o que sea de una capacidad intelectual y política superior”, comentó Pablo Ruiz-Tagle, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Una de las alternativas que se destacó fue el caso de Brasil. “De los procesos constituyentes, me gustaría rescatar el de Brasil, que fue realizado por el Congreso y se acompaña con diálogos con la ciudadanía, a diferencia de los otros que se hicieron con asambleas constituyentes. Eso permitió el reencuentro del parlamento con los ciudadanos”, sostuvo Francisco Soto, académico de la Universidad de Chile y Doctor en Derecho Constitucional.

Opinión compartida por la senadora de la Araucanía Carmen Gloria Aravena (independiente), «entre muchas de las soluciones que se proponen aparece la constitución así como oferta de políticas públicas, pero hay que fortalecer la institucionalidad y el ejemplo brasileño puede ser uno a estudiar”. Y complementa: “Hay que sentarse con la academia, el ejecutivo, el parlamento y la ciudadanía. A veces estas angustias generan soluciones puntuales y es momento de sentarnos a pensar con mayor profundidad».

Por su parte, y con una postura escéptica sobre un cambio total a la Constitución, el académico de la Universidad Católica, Sebastián Soto, cree que “nada de lo que ha pasado en las últimas semanas se habría evitado con un cambio en la Constitución. Soy escéptico de que el cambio constitucional sea el camino para resolver los cambios sociales que plantea la ciudadanía. Queremos vestir de ropajes constitucionales una demanda social que no los tiene. Queremos transmitir que las demandas sociales se solucionan con cambios constitucionales cuando sabemos que las listas de espera, la salud, las pensiones, tienen poco que ver con la Constitución, sino que con políticas públicas”.

Otros representantes también se realizaron la pregunta ¿qué cambiaría realmente si cambiamos la Constitución? Como es el caso de José Miguel Durana, Senador UDI por la región de Arica y Parinacota, que acotó: “Qué aspectos de la Constitución es lo que tenemos que modificar para que exista menos inequidad. A mi en mi región (Arica y Parinacota) nadie me pregunta si el cambio de la constitución va a traer mejor calidad de vida. Las necesidades de Arica no tienen nada que ver con las de la Araucanía, ni con las de Santiago o Magallanes».

Desde la oposición, Ximena Órdenes, Senadora PPD, vio la oportunidad como algo histórico, que va a requerir que los representantes tomen la posta: “Somos representantes, fuimos elegidos democráticamente y las personas están esperando señales de hacia dónde vamos a conducir el proceso. Hay una oportunidad de reivindicar la política”.

Por último, el Presidente del Senado, Jaime Quintana, enfatizó que «el proceso está en marcha, es bueno que el Gobierno lo sepa. Nos hace bien como país discutir respecto de estos temas que la sociedad ha transmitido. La solución a la grave crisis que vive el país va a requerir de cambios estructurales”.