Entre el 22 y el 27 abril, la ciudad de Concepción se convertirá en la ciudad chilena del cine. Llega el festival BioBio Cine, que va a por su séptima edición consagrándose como uno de los grandes eventos cinematográficos del país. El festival, cuyo leit motiv es la interculturalidad, apuesta por el cine de autor y con un fuerte contenido social y artístico, todo un llamado a la reflexión y al diálogo de ideas. Con un día añadido respecto a los años anteriores, el propósito de los organizadores es que se convierta en una auténtica “semana del cine”.
De las 1.400 películas recibidas, la selección oficial consta de un total de 108 proyecciones repartidas en cuatro salas diferentes: el teatro de la Universidad de Concepción, la Alianza Francesa, el Aula Magna del Arzobispado de Concepción y el Colegio Médico; institución que este año por primera vez se suma al festival.
Sustentado en gran parte gracias al trabajo de un equipo de voluntarios, cuenta con el apoyo de las salas y la ciudadanía que año tras año va sumándose y haciéndose parte del festival, que en estos seis años ha reunido a más de 50.000 espectadores, los que pueden asistir gratuitamente a las proyecciones.
Internacional e intercultural
Francisco Toro, director del festival, detalló a este medio la dimensión internacional del evento, al que llegarán cineastas de Francia, Cuba, Polonia, Argentina y Uruguay, entre otros. En sus propias palabras, “las películas son una expresión de la interculturalidad, que es el foco del festival”. Es por eso que la película elegida para la noche inaugural es Perro bomba, ópera prima del cineasta chileno Juan Cáceres y que tendrá aquí su premiere nacional; un film que aborda la difícil realidad de los inmigrantes haitianos en Chile. La sección “Marginales”, imperdible según Francisco Toro, contará con la presencia del cineasta mexicano Julio Hernández Cordón, internacionalmente reconocido como uno de los exponentes del cine latinoamericano.