Desde el estallido de las protestas sociales, han emergido obras que aluden a las manifestaciones: van desde el muralismo, hasta canciones y presentaciones escénicas.
Desde “Cacerolazo” de la cantante Anita Tijoux hasta la nueva versión de la canción de Víctor Jara, “El derecho a vivir en paz”, interpretada por diversos artistas nacionales, el contexto de protestas y crisis social que vive el país ha servido como inspiración para artistas chilenos, en creaciones que recorren la música, y las artes visuales y escénicas.
En los últimos días, el muralista Inti terminó en una de las murallas de la Usach la obra que tituló “Primavera Insurrecta”. La elaboración del mural fue incorporando elementos de las marchas y manifestaciones vistas desde el 18 de octubre, como sartenes y guitarras a modo de elementos de protesta pacífica de la mujer que protagoniza la obra.
Otra de las manifestaciones que repercutió tanto en Chile como internacionalmente, fueron las fotos realizadas por la fotógrafa María Paz Morales, quien retrató a la bailarina del Teatro Municipal de Santiago Catalina Duarte, danzando entre camiones de carabineros en medio de las marchas de protesta social.
Juan José Vergara, académico de Sociología en la Universidad de la Frontera (UFRO) analiza la correlación entre estas manifestaciones y el movimiento social de estos días. Afirma que si bien nacen de un movimiento ciudadano espontáneo, han ido mutando.

Artes escénicas Foto: Municipalidad de Renca
“Hoy, a varios días de su comienzo, contamos con varios grupos más organizados, sobre todo más vinculados con el arte. Creo que de esta efervescencia social surge un renacer del arte, sobre todo el callejero, al darse cuenta de que es el momento de ‘tomarse la calle’, de que es importante recuperar los espacios públicos, y yo creo que el arte tiene mucho que aportar en esa línea, y de hecho lo están haciendo”, analiza Vergara. El sociólogo recuerda además que históricamente el arte ha acompañado a las revueltas sociales latinoamericanas, como en el caso de Frida Kahlo y Diego Rivera, cuyas obras se vinculaban a las marchas sociales y el reclamo hacia los poderosos. “Y en Chile eso está tomando más fuerza que nunca”, agrega.
Desde las artes escénicas el domingo pasado en Renca corrió por las calles la manifestación cultural a cargo de la Compañía de Teatro Callejero La Patriótico y el Teatro del Silencio, que congregó a actores, bailarines, músicos y artistas visuales. Felipe Martínez fue uno de los actores que participó en ella. Cuenta que había coreografías que aludían al cacerolazo, y contaba con Daniel Alcaíno emulando al Presidente. “La gente empezó a salir de las casas, gritarle a Alcaíno, a cantar con nosotros, las vecinas uniéndose con sus cacerolas”. Recuerda que además, había una parte que aludía a las cinco personas que han fallecido en Renca debido a los incendios de los últimos días. “Y las personas de Renca, que necesitaban escuchar y ser escuchadas, estaban conmovidas. Creo que esa es una de las funciones del arte, recuperar espacios muertos, que están en lo individualista, y volverlos a hacer públicos. Hay que dejar de estar encerrado, manifestarse, y el arte ayuda a eso”.