Antonio Walker, ministro de Agricultura: «Estamos muy impresionados por la intencionalidad que hemos visto en los incendios»

por Catalina Díaz

Los orígenes de los siniestros en la Región de Valparaíso se adjudican en su mayoría a la acción humana, y su progresión a la dirección del viento, en el consignado como “el año más seco de Chile”.

“Estamos enfrentando el año mas seco de Chile. Es un terremoto silencioso. Es la sequía mas grande que hemos tenido nunca. Y detrás de esta sequía, vienen los incendios”.

Bajo uno de los días de mayores temperaturas en la capital, el ministro de Agricultura, Antonio Walker junto al director de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), José Manuel Rebolledo, y el gerente de incendios de la entidad, Osvaldo Vera, se refirió a la actual situación de incendios del país que tienen como foco a Valparaíso en el marco de la sequía nacional.

El ministro aclaró que se cuenta con un “plan nacional de prevención y control de incendios” que comprende actualmente 57 mil millones de pesos, 54 aeronaves y 2.500 brigadistas. “Y nos hemos asociado con 10 instituciones más para contar con 110 aeronaves y un presupuesto de $120 mil millones y mas de 6 mil 500 brigadistas. Nuestro pronóstico es entre 80 mil y 120 mil hectáreas que pudieran ser afectadas por los incendios. Esto, ante las temperaturas altas, baja humedad relativa, alta velocidad del viento”, apuntó.

El ministro resaltó que el protocolo está preparado para esas condiciones, pero no para los incendios intencionales, sobre todo en la zona de Valparaíso. “Estamos muy impresionados por la intencionalidad que hemos visto en los incendios. El año pasado a la fecha teníamos 491 incendios y hoy día tenemos cerca de mil.”

Valparaíso cuenta ya con 3.500 ha afectadas, y dentro de ellas nueve hogares dañados por las llamas, pero sin víctimas humanas.

Según la intendencia y alcaldía porteñas, coincide con la intencionalidad de los incendios en Valparaíso, los cuales se intentarían mantener a raya por afectar villorrios y pequeñas viviendas a lo largo de la región, sobre todo en los sectores de Rodelillo, Camino La Pólvora y Laguna Verde, que se combatirían en casos extremos, desde lo alto por helicópteros Chinook.

Desde Conaf, su gerente nacional de incendios, Osvaldo Vera, recalcó a “El Cóndor” que la problemática está presente desde Atacama hasta el Maule, “pero latitudinalmente este tema va cambiando rápidamente y probablemente en los próximos 15 días en la IX región, en la VIII y en la X ya tengamos una situación de severidad extrema también. Y es por eso que hemos decidido adelantar todos los recursos”.

Hicieron además un llamado a la comunidad a prevenir los incendios y denunciar a sospechosos al número de Conaf. “Ayúdennos a prevenir los incendios”, pidió el ministro, quien además dio publico agradecimiento al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, por su gestión en la que actualmente es la zona más afectada.

A parte de subrayar los siniestros de Valparaíso, también se destacó otros focos en la región de O’higgins y en el Maule que complejizan la situación de manejo de los siniestros aunque no figuren como intencionales.

Se ha enfatizado tanto desde el ministerio como desde la intendencia de Valparaíso que se subirán las multas y que hay las penas de cárcel (por hasta 20 años) por causas de incendios intencionales, acompañadas del nombramiento de un fiscal con dedicación exclusiva para que el Ministerio Público los investigue.

Desde la unidad de emergencias agrícolas del Ministerio de Agricultura, Liliana Villanueva asegura que en todos estos incendios (independiente de que haya provocación humana o no), la sequía es el gran problema de fondo. Explica que estamos hace años en una “mega sequía”, tanto de lluvias como hidrológica (de otras fuentes de agua como lagos y nieve), “que más que de magnitud, es de extensión”, y esta sequedad del suelo, más el viento, serían las condiciones perfectas para los incendios, que efectivamente podrían expandirse más los días que vienen.

En la tarde de ayer, un cambio en la dirección del viento reactivó uno de los focos que se encontraban controlados hacia la localidad de Quintay, consumiendo bosques y poniendo casas en peligro.