Almacenes y ferreterías de barrio han aumentado sus ventas por la crisis social

por Natalia Quezada

Los sectores destacan que en un mes han recibido mayor propaganda y mejores ventas. Entre ellos, almacenes, cafés, carnicerías, y ferreterías. En la salud, la psicología ha aumentado la demanda de consultas.

Son las 19:00 horas y el almacén «Rosita» ubicado en la intersección de las calles Diego de Almagro y Montenegro de la comuna de Nuñoa está lleno. Una fila de personas que llega hasta la calle espera ser atendida en la caja del establecimiento.

«Rosita» es un negocio de abarrotes, verdulería y pastelería que, según sus dueños, ha incrementado sus ventas durante el último mes, debido a la crisis que atraviesa el país. Al igual que “Rosita”, cafeterías, carnicerías y ferreterías han sido los negocios que han.

Así lo señala Erica Fuentes a «El Cóndor», la dueña del local: “Como los primeros días no hubo supermercado, todas las personas venían acá a comprar. Nunca habíamos tenido filas, incluso hacia afuera del negocio».

Es una dinámica que se ha reiterado hasta hoy, ya que la gente ha preferido el almacén, porque «las personas por lo general pasan luego del trabajo para comprar en su lugar más cercano”, añade Fuentes.

Lo mismo le ha sucedido a Hernán Ruiz, carnicero de «Doña Meche», una carnicería ubicada en las calles Catedral con Esperanza: «Los vecinos ni siquiera conocían la carne que uno vende. Estaban acostumbrados a la carne envasada, de esas que vienen en la bandeja y te las llevas para la casa».

Otro caso es el de Patricia Amato, quien hace cuatro meses abrió una pequeña cafetería llamada «Qatar», donde además sirve almuerzos, ubicada en la calle San Juan de Luz, en Providencia. Para Amato estos días de crisis le sirvieron para llevar popularidad asu tienda, pues » la crisis fue la mejor propaganda,vino mucha gente nueva y eso impactó en las ventas», dijo a este medio.

Para Verónica Oliva, fundadora de Red Almacén, organización que promueve la asociatividad de los pequeños comerciantes, señala a “El Cóndor” que sobre todo los primeros días fueron los más auspiciosos ya que incluso se vivió una especie de psicosis en las personas que ya esta mermando, pues «nunca habíamos tenido ventas en que una persona comprara de 20 a 30 productos de un mismo tipo, como harina, bidones de agua, y para provisionarse», agrega Oliva. Sin embargo, menciona que el principal problema ha sido el abastecimiento porque «los camiones se han demorado en las entregas o porque netamente se da prioridad al retail».

En el centro de Santiago, en calle San Antonio con esquina Monjitas está la ferretería «La Mini», un establecimiento que vende herramientas, suministros para carpintería, herrería entre otros productos. Sin embargo, durante el último mes el local ha incrementado sus ventas debido a dos de sus productos: los lentes de seguridad certificados y las planchas de zinc. Así lo menciona uno de sus dueños José Velazquez: «La venta de los lentes de seguridad han sido grandes. Han hecho furor. Sólo con ese producto las ventas han aumentado en un 20 % durante el último mes, lo mismo que con las planchas de zinc para cubrir las ventanas de edificios y locales comerciales, comentó a «El Condor».

Ansiedad por el futuro

La atención en salud mental es otro de los sectores en que ha aumentado la demanda. El psicólogo y psicoanalista Cristóbal Carvajal señala que los principales síntomas se asocian a trastornos derivados de un estado de ansiedad. “Estos son causados por motivos como la falta de control de algunas situaciones y la incertidumbre de qué será lo que sucederá a futuro. Esto generalmente deriva en trastornos del sueño, depresión o crisis de pánico».

Patricia Álvarez tiene 42 años, y dijo a «El Cóndor» que “debido a lo que se ha vivido en el último mes comenzó a tener dificultades para dormir, a veces sentía ganas de llorar e inquietud por el futuro. Por eso, y por primera vez, acudió a un psicólogo”.

Francisca Orellana, de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, comentó a “El Cóndor”que se han registrado un alza relevante en consultas por temas de angustia, ansiedad y trastornos del sueño. «A priori, las atenciones médicas han aumentado en un 25%, hecho que favorece al sector de la psicología, la psiquiatría”.